Imposible estar parado sobre las rocas que por millones de años estuvieron cubiertas de hielo sin sentir tristeza.
Imposible ver como el tiempo revela rápidamente el deterioro de nuestro hogar sin sentir culpa.
Imposible escuchar miles de toneladas de hielo caer sin sentir impotencia.
En este mágico y agónico lugar, solo es posible sentir nostalgia.