La mujer en el arte ha sido desde siempre un motivo esencial para los artistas. Motivo de inspiración por sus formas femeninas, sensuales, con curvas sinuosas que pueden iluminarse destacando la belleza y la elegancia, también la delicadeza que captadas entre luces y sombras se descubre un mundo lleno de posibilidades aun con la ausencia del color. Todo un universo de contrastes, todo un universo florece con la presencia de la mujer.
La versatilidad del cuerpo humano, captado por el lente del artista refleja toda la perfección de que es capaz la naturaleza en el ser que contiene la mayor grandeza al admirare desde esa otra realidad, esa que existe o existió en la mente creadora.