La imagen está tomada en Tepoztlán, a la subida del templo que lleva el mismo nombre. La fotografía captura la exuberante vegetación que viste de esperanza los cerros del Tepozteco, la humedad y el aire que huele a planeta incipiente. Captura una paleta de colores que se expone al paso de la luz. Me gusta de la fotografía el deseo que profesa de invitarte a estar en contacto directo con la naturaleza