Natura Mexicana

Proyecto de Conservación y Recuperación de la Guacamaya Roja

El proyecto de conservación y recuperación de la guacamaya roja se enfoca en realizar acciones puntuales dirigidas a la protección y conservación de la última población viable de la especie México ante la difícil situación que enfrenta, asegurando su permanencia a largo plazo.

En nuestro país, originalmente la distribución de la especie se expandía desde el sur de Tamaulipas hasta Veracruz, Tabasco, Oaxaca, Campeche y Chiapas, sin embargo, debido a la pérdida acelerada de su hábitat, al día de hoy, su distribución se restringe a la cuenca del río Lacantún, cuerpo de agua que delimita la Reserva de la Biosfera Montes Azules y la separa del municipio de Marqués de Comillas, Chiapas.

Aunado a esto, desde hace décadas esta población ha sido sujeta a una alta presión de saqueo por parte saqueadores y traficantes, situación que responde a una alta demanda por estos y otros psitácidos como aves de ornato. A pesar de que desde el año 1994 la guacamaya roja está protegida en la Norma Oficial Mexicana 059 y denominada como una especie en peligro de extinción en nuestro país, esta presión de saqueo continúa hasta el día de hoy.


Históricamente en la selva Lacandona, el comercio ilegal de guacamaya roja ha sido alimentado por la extracción de individuos del medio natural, particularmente el constante saqueo de pichones durante la temporada de anidación que amenaza la estabilidad de la población al impedir el recambio generacional mediante reclutamiento de individuos jóvenes. Aunado a la ausencia de instituciones de gobierno en la región, tales como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), autoridad encargada de perseguir y castigar los delitos ambientales y a las limitadas capacidades de vigilancia de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), se ha creado un escenario regional que ha dejado en manos de las organizaciones no gubernamentales el llevar a cabo los esfuerzos por la conservación de la especie.

De acuerdo a estudios realizados por Eduardo Íñigo (1993) en la región de la Lacandona, la población constaba de 200-250 parejas. Desde entonces, ambas amenazas (pérdida de hábitat y el tráfico ilegal) han resultado en el declive de la población por la disminución de sitios de anidación y la pérdida de nuevas generaciones, respectivamente.

Ante la urgente situación de la especie en México, Natura y Ecosistemas Mexicanos A.C. trabaja en la implementación de acciones y estrategias específicas dirigidas a la protección, conservación y recuperación de esta emblemática ave mediante los esfuerzos consolidados en el programa de conservación y recuperación de la Guacamaya Roja que opera desde 2005.

A continuación, se muestran logros del año 2019.

Localizar, monitorear y proteger nidos de guacamaya roja

Ante el alto índice de saqueo, un elemento vital en la estrategia de protección de la guacamaya roja en la cuenca del río Lacantún es el monitoreo y protección de nidos. Dicha actividad permite la oportuna localización del árbol específico que parejas utilizan para anidar, que a su vez, hace posible evitar el saqueo mediante la protección y vigilancia del nido. Esta actividad se traduce en una contribución positiva directa en el éxito reproductivo de la especie.

La localización de nidos se da principalmente por el aporte de información proveniente de comunidades de Marqués de Comillas, a través de monitores comunitarios y trabajadores de la organización. Éstos aportes de información se dan gracias al esfuerzo de educación ambiental y cambio de percepción hacia la biodiversidad que se ha realizado en los ejidos en los que esta organización tiene presencia. Por otra parte, esfuerzos de monitoreo de la especie, por tierra y agua se suman a la generación de información, por lo que ambas estrategias nos han permitido ampliar nuestro conocimiento de sobre sitios de anidación en la zona.

Durante la pasada temporada de anidación 2019 contamos con 24 nidos monitoreados en la zona, mismos que estarán disponibles para su ocupación en la temporada 2020.

La protección de nidos activos es una estrategia que disminuye el tráfico ilegal de la especie in situ, es decir, en los sitios de anidamiento, asegurando la adición y permanencia de nuevas generaciones a una población que ya es en sí bastante vulnerable por la pérdida acelerada de su hábitat.

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Fabricación y colocación de nidos artificiales en el río Lacantún y el Alto Usumacinta

Ante la pérdida del hábitat de la especie y con el objetivo de contribuir a la disponibilidad de cavidades adecuadas para la anidación, nos hemos dado a la tarea de fabricar y colocar nidos artificiales desde el año 2017 que pueden ser utilizados a falta de cavidades naturales. Con esta actividad se busca disminuir la competencia entre parejas y aumentar el éxito de anidamiento.

Actualmente se cuenta con un total de 9 nidos artificiales instalados en zonas protegidas.

Se colocaron tres nidos en el ejido de La Corona, sin embargo, el tercer nido artificial ubicado en un potrero de dicho ejido se encontraba infestado por abejas, situación que causaba problemas con el ganado. Debido a esto, con asistencia del personal de Wildlife Conservation Society (WCS) Guatemala, asociación con la que Natura Mexicana trabaja en la conservación de la guacamaya roja en una estrategia binacional y quienes cuentan con gran experiencia en remover colonias de éstos himenópteros, el nido infestado fue removido utilizando trajes de apicultor durante los primeros días de febrero.

Asimismo, hemos observado la presencia de abejas en el nido artificial colocado en la estación Lacanjá, por lo que se atenderá con las debidas precauciones y con la asistencia de WCS Guatemala a la brevedad. Durante los próximos meses se aplicará permetrina, compuesto químico inofensivo para las aves que funciona como repelente de himenópteros.

En un evento de gran relevancia, otro de los nidos artificiales fue ocupado por una pareja reproductora, éste localizado en las inmediaciones de la Estación Chajul. Luego de avistar a la pareja a finales del mes de enero, se inspeccionó para encontrar dos huevos: uno viable y otro quebrado. Tras una nueva inspección correspondiente al día 19 de febrero, no se encontró nada en el interior y la pareja lo había abandonado. Presumimos se trata de una pareja primeriza e inexperta debido al manejo poco cuidadoso de los huevos.

Considerando que en otros proyectos exitosos de conservación de guacamayas como WCS Guatemala y Tambopata Macaw Project en Perú que emplean el mismo esquema de colocación de nidos artificiales las parejas reproductoras tardan de 3 a 4 años en ocuparlos, en nuestro caso la ocupación de un nido tras dos temporadas es un éxito inusual. Más aún, en la pasada temporada 2018 también fue ocupado por una pareja reproductora, para lamentablemente ser luego abandonado tras ser invadido por un tlacuache lanudo (Caluromys derbianus).

Con la ocupación de nidos artificiales por parejas de guacamayas estamos contribuyendo activamente a aumentar la disponibilidad de cavidades para el anidamiento. Hemos observado un comportamiento de parejas que exhibe cada vez una mayor confianza hacia los nidos artificiales, acercándose frecuentemente a explorarlos. Esperamos que su ocupación vaya en aumento en las próximas temporadas.

Terminada la temporada de anidación se dio mantenimiento a los nueve nidos existentes de cara a la temporada 2020 que tendrá inicio en la primavera del año entrante.

El mantenimiento implica la revisión de la integridad estructural y aseguramiento al árbol, así como el recambio del material de soporte que los nidos contienen en su interior. El objetivo principal es que las condiciones dentro del nido artificial sean lo más semejantes a las condiciones de un nido natural.

Uno de los dos nidos artificiales que se encuentran en el ejido de La Corona, el cual estaba ocupado por una pareja con dos pichones, se aseguró con cinta tubular firmemente a la ceiba donde se encuentra colocado ya que estaba en riesgo de desplomarse.

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Manejar para su rehabilitación y liberación al medio silvestre, individuos de guacamaya roja en el río Lacantún y en el Alto Usumacinta

La población de guacamaya roja en la cuenca del río Lacantún sigue siendo afectada debido a la intensa presión por tráfico ilegal que enfrenta no sólo en nuestro país sino también a lo largo de todo su rango de distribución. El saqueo de nidos en la región sigue siendo un problema grave por lo que el personal de Natura Mexicana continúa con el manejo de individuos amenazados y rescatados para su reintegración a la población silvestre.

Durante la temporada de anidamiento 2019 se monitorearon los nidos mencionados anteriormente y se rescataron pichones de acuerdo a su nivel de riesgo de saqueo. Esta última estrategia es llevada a cabo por parte de Natura Mexicana como una estrategía extrema ante la fuerte presión que tienen los nidos de guacamaya roja en la zona Lacandona. El tráfico ilegal es brutal y las estrategías de contención como vigilancia, alambres de púas y cámaras han sido insuficientes.

A continuación, se describen los nidos naturales de los cuales se protegieron y/o rescataron pichones en la temporada 2019.

  • Enricón – Ubicado en una ceiba (Ceiba pentandra) dentro de un potrero del ejido Quiringüicharo, tras avistar a una pareja de guacamayas el dueño solicitó su revisión por parte del personal de Natura Mexicana, misma que llevó a cabo a finales de enero, encontrando una puesta de 3 huevos. El 15 de febrero, tras la eclosión, se bajó al pichón más pequeño (con menor probabilidad de sobrevivencia) dejando al par restante al cuidado de los padres. El pichón rescatado, llevado a la estación Chajul para su manejo y anillado con el número NAT061, emprendió vuelo y se reintegró a la naturaleza satisfactoriamente. Actualmente se lleva registro regularmente de sus avistamientos. El 3 de mayo el nido fue revisado nuevamente encontrando un solo pichón infestado de parásitos dérmicos comúnmente conocidos como colmoyotes en patas, oídos y fosa nasal, los cuales se removieron. Se le anilló con el número NAT018 y abandonó el nido exitosamente en compañía de sus padres en el mes de junio. Es posible que el segundo pichón haya perecido por parasitación.

  • Estación Lacanjá –Este nido, modificado en septiembre de 2018 para evitar que se inunde, tuvo un reporte de avistamiento de la pareja esta temporada. Su revisión el 12 de febrero reveló una puesta de tres huevos, de los cuales, tras eclosionar dos de ellos (el 3er huevo no eclosionó), un pichón fue llevado y criado en la estación Chajul. Actualmente se encuentra reintegrado. El segundo pichón en el nido se anilló con el anillo NAT 058 en la pata izquierda y se dejó al cuidado de los padres, abandonando el nido en el mes de junio.

  • Amargoso Peñaloza – Quiringüicharo. Se revisó el nido ubicado en un ejemplar de amargoso (Vatairea lundelli) donde el 30 de enero se encontró 1 huevo y la pareja presente. El 6 de febrero se revisó por segunda ocasión y se rescató un pichón el cual fue criado y manejado en la estación Chajul y el pichón, identificado con el anillo NAT 064 actualmente goza de buena salud y ha sido reintegrado.

  • Ceiba Tzendales – Detectado mediante un recorrido fluvial por el río Lacantún, se ubica sobre una ceiba a 1km río abajo de la Estación Tzendales. El 16 de febrero se hallaron un par de huevos. El día 21 del mismo mes encontramos a dos pichones, se rescató el más pequeño. El pichón que se dejó al cuidado de los padres lamentablemente fue saqueado en días posteriores (se encontraron signos de pica y limpia en la vegetación alrededor del árbol).

  • Zunún – Ubicado en el ejido de Galacia, dentro de un amargoso a un costado del Canto de la Selva Jungle Lodge, fue revisado el 19 de marzo cuando hallamos dos huevos y un pichón recién nacido, el cual se llevó a la estación Chajul. Posteriormente, el 23 de marzo, en presencia de la pareja se encontró un huevo y un pichón. Una vez comprobada la viabilidad del huevo restante se rescató al segundo pichón. Cinco días después encontramos que del huevo había eclosionado un tercer pichón sano, mismo que fue dejado al cuidado de sus padres. Ambos pichones rescatados del nido, anillados con los números NAT 065 y NAT 066, respectivamente, actualmente se han reintegrado.

  • Álvaro Quintana – Árbol muerto, parcela ejidal, Quiringüicharo. Se recibieron dos pichones que sobrevivieron tras caer el árbol durante el mes de mayo. Es el primer reporte de este nido y se desconoce si ha sido ocupado en temporadas anteriores. Fueron anillados con los números NAT067 y NAT068, respectivamente. Actualmente han sido reintegrados.

En resumen, durante la temporada de anidamiento 2019, se monitorearon y protegieron exitosamente tres pichones al cuidado de sus padres en nidos naturales. Adicionalmente se rescataron ocho pichones para su manejo en la estación Chajul y su reintegración a la población silvestre, además de un par de pichones logrados en un nido artificial. Siendo así, 13 pichones de guacamaya roja están siendo protegidos por los esfuerzos de Natura Mexicana esta temporada de reproducción. Todos han sido anillados para su identificación.

El rescate y manejo de individuos de guacamaya roja es una estrategia efectiva contra la fuerte presión de tráfico de la especie en la región, ya que se asegura su reintegración, generando variabilidad genética y la viabilidad de la última población silvestre en México. Sin embargo, esperamos que en un futuro el tráfico de esta ave disminuya a traves diversas estrategias que Natura Mexicana implementa en la zona, como son la educación ambiental, el fortalecimiento de capacidades locales y el desarrollo sustentable. Para la conservación de nuestros recursos naturales, es clave insistir en la aplicación de campañas de educación ambiental dirigidas a la población local que resulten en el restablecimiento del equilibrio natural al reducir la intervención humana y la protección de un amplio número de especies de la región de la Selva Lacandona.

En los últimos 10 años, Natura Mexicana ha rescatado y reintegrado exitosamente a 70 individuos. Sumado al monitoreo de nidos de bajo riesgo dejados al cuidado de los padres, se han protegido alrededor de 100 pichones que ahora forman parte de la población silvestre de guacamayas.

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Monitorear los individuos reintegrados

Actualmente se manejan ocho individuos de guacamaya roja en las inmediaciones de la Estación Chajul, todos pertenecientes a la temporada de reproducción 2019. Visitan la estación regularmente en dónde se les complementa alimentariamente con papilla especialmente diseñada y se les proporciona chequeos generales regulares. Todos cuentan con buena salud y se desarrollan satisfactoriamente.

El pichón NAT061, que en los primeros meses presentó un retraso en cuando al desarrollo del plumaje, debido a que tuvo problemas de salud a los 30 días de edad, se le administró antibiotico y acutalemnte se encuentra ahora en excelentes condiciones. Es capaz de emprender el vuelo de forma normal, se añadio satisfactoriamente al núcelo de la estación Chajul y regresa con regularidad.

El pichón NAT067 despues de emporender sus primeros vuelos, se ausentó durante el mes de julio, situación que, al carecer de registros, puso en duda su supervivencia. Sin embargo, de forma inesperada fue registrado en los comederos de la estación nuevamente en compañía de una guacamaya adulta, y posteriormente en varias ocasiones se ha observado al mismo adulto alimentando al volantón, lo que sugiere que lo adoptó como suyo. Aunque este comportamiento nunca lo habíamos registrado en un volantón manejado por Natura Mexicana, estudios realizados en Perú y Guatemala demuestran que las parejas pueden adoptar pichones durante la temporada de anidación, estrategia utilizada por conservacionistas para aumentar el éxito de anidamiento en estos sitios, colocando 2 pichones por nidada.

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Alianza para la Conservación de la Guacamaya Roja en la Selva Maya

Actividad: Realizar reuniones para de colaboración y fortalecimiento de acciones (nuevos retos e intercambio de experiencias)

Con el objetivo de sumar esfuerzos y de conocer mas acerca de las poblaciones locales de guacamayas en la Selva Maya, Natura Mexicana contactó a organizaciones dedicadas a la conservación en Guatemala y Belice. En Guatemala se contactó a WCS, quienes trabajan con guacamaya roja desde los años noventa y en Belice a Friends for Conservation and Development.

Una vez establecida comunicación constante y tras varios años de trabajo se formó la Alianza para la Conservación de la Guacamaya Roja en la Selva Maya, que ejecuta acciones coordinadas de conservación y recuperación de la metapoblación de guacamaya roja en dicho lugar. Hasta el momento se han logrado estandarizar protocolos de manejo y rescate de pichones, la implementación de cajas nido y se ha elaborado una estrategia sobre el estudio del movimiento migratorio local de las guacamayas a lo largo de los tres países. A través de la conformación de la Alianza en la región Selva Maya, se cumplen objetivos a nivel paisaje para la conservación de la guacamaya roja y su habitat.

Natura Mexicana ha colaborado paralelamente a la creación de la Alianza con el grupo del proyecto Guacamayo en Tambopata, Perú (Tambopata Macaw Project). Dirigido por el Dr. Donald Brightsmith y la Dra. Gabriela Vigo de la Universidad de Texas A&M (TAMU), es un proyecto pionero en cual se desarrolla investigación sobre la biología y ecología de la guacamaya roja, desde hace mas de 15 años. Desde el año 2015 Natura Mexicana tiene una estrecha colaboración con el PG, la cual ha desencadenado una serie de adaptaciones a nuestros procotolos, los técnicos han acudido al Tambopata Research Center para perfeccionar los protocolos de monitoreo y manejo, a su vez miembros del PG y TAMU han acudido al proyecto de Natura Mexicana en la Selva Lacandona para realizar estudios de salud y mejora de protocolos de manejo in situ. Gracias a esta colaboración el equipo técnico de Natura Mexicana ha logrado implementar acciones como la colocación de nidos artificiales, manejar un mayor número de pichones, mejorar los protocolos de alimentación de pichones, enfocar los estudios poblacionales para conocer el éxito reproductivo de la especie y así conocer su tendencia de crecimiento a lo largo del tiempo. Además el equipo de veterinarios del PG han realizado anualmente análisis sobre dietas y estado de salud de los individuos manejados por Natura Mexicana. Los resultados muestran que las dietas son adecuadas y que los individuos se encuentran en buen estado de salud, corroborando la viabilidad del núcleo creado en la Estación Chajul.

El asesoramiento e involucramiento de expertos en conservación, investigación y manejo de guacamayas en Centro y sur America han sido un factor importante en el desarrollo del proyecto de Natura Mexicana y fundamental para la conservación de la especie en México.

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