La manta gigante es uno de los tesoros mexicanos. En el archipiélago de Revillagigedo México tiene una de las congregaciones más grandes de mantas en el mundo.
Gracias a investigaciones recientes como las realizadas por Pelagios Kakunja, se conoce que las mantas no son animales de migraciones extensas y por el contrario tienden a mantenerse en un área especifica. Esto implica que las mantas que habitan en el archipiélago de Revillagigedo son nuestras mantas y por lo tanto es nuestra responsabilidad conservarlas.
A nivel mundial el ecoturismo relacionado con las mantas genera $104 millones de dólares anuales contra $5 millones que genera la pesca de estos animales. México tiene un potencial importante para desarrollar el turismo relacionado con las mantas gigantes.
Las mantas son una especie muy delicada ya que su reproducción es muy lenta. Las hembras llegan a su edad reproductiva después de 5 - 10 años y tienen solamente una cría cada 2 - 7 años. Esto las convierte en una especie extremadamente vulnerable a la sobre explotación.
El principal depredador de las mantas es la pesca ilegal y las redes de los grandes buques pesqueros. En china las agallas de las mantas son muy cotizadas por cuestiones medicinales por lo que el alto precio de este órgano incentiva la pesca ilegal.
Afortunadamente este año se decretó en Mexico el parque nacional más grande de américa del norte, limitando la pesca deportiva y comercial en 148,000 kilómetros cuadrados que rodean el archipiélago de Revillagigedo. Este es un gran paso en pro de la conservación de esta y otras especies de la región.
En México tenemos un tesoro resguardado en el mar Pacífico. Es nuestra responsabilidad conocer lo que tenemos y de esta manera saber como preservarlo.